A MIS NIETOS

    -Voy a dar un paseo por la playa. ¿Me acompañáis?. Dice el abuelo a sus nietos.

Aceptan y al momento, los tres cogidos de las manos, emprenden la marcha. Al llegar al destino, el niño y la niña juegan con la arena, haciendo castillos que, cualquiera de ellos, disimuladamente destruye y dicen la clásica frase: "Yo no fui...". Mientras, el abuelo recoge las piedras adecuadas para dibujar en ellas buhos y pescaditos.

Se distraen los nietos saltando de roca en roca y buscando cangrejos y cogiendo caramujos (minchas). Las lapas no pueden arrancarlas, porque por precaución el abuelo no les presta la navaja, ya que la operación pudiera ser peligrosa.

Entonces el abuelo en la orilla del mar, casi mojando los zapatos, les dice medio en serio medio en broma:

   -Niños, estoy oyendo una sirena.

   -Bueno, abuelo, parece que quieres reirte de nosotros, pues las sirenas no existen, es algo mítico y fantástico.

   -No os digo mentira alguna -dice el abuelo muy serio, con la mirada perdida en el horizonte-. Yo sigo oyendo una sirena.

   -No nos tomes el pelo, abuelo. Yo tambien estoy oyendo una sirena -dice el mayor-. Pero es la sirena ¡¡de una ambulancia!!.

Mariano    Marzo 2008.