Informe sobre el Sistema de Pensiones jubiladosbp.com
CAPITULO XII
Representatividad social de los pensionistas
A ninguno de nosotros se nos escapa que ni el Pacto de Toledo, ni la Ley 40/2007, mejoran, en sus justos términos, nuestras pensiones. En los preámbulos de ambos acuerdos “políticos”, se hacen elogios a los logros que representan los mismos. Por una parte, el Pacto de Toledo recoge en su apartado IX.9 “…. a partir de 1996 las prestaciones guardan una mayor proporcionalidad con el esfuerzo de cotización realizado…” y “… las técnicas de cálculo de las pensiones contributivas permitan en el futuro de forma progresiva que quienes realizan similar esfuerzo de cotización, alcancen prestaciones equivalentes”.
¡¡Mentira!!, no es así. Cotizantes durante 46 años pueden cobrar una pensión menor (60%) que cotizantes durante 19 años (62%). Si cotizas más de 35 años, no valen para nada los años siguientes, pero si cotizas después de los 65 años, te incrementan la pensión el 2% o el 3% por cada año de exceso, según los casos. Es decir, vale más 1 año de cotización a los 66, que 20 años antes de los 65 años…. Y no hablemos de ciertos comentarios en prensa sobre la posibilidad de la ruptura o quiebra de la Seguridad Social.
¿A qué nos lleva esto?. Muy fácil. Todos estamos de acuerdo en el ninguneo a que nos someten las instituciones públicas. Consideran que no tenemos “entidad” jurídica y nos niegan la “representatividad” que estamos reclamando constantemente. En resumen, formamos un colectivo de más de 8,5 millones de pensionistas y no vemos la forma de conseguir una fiscalización directa sobre los Órganos Gestores de la Seguridad Social, en especial la Tesorería, donde tenemos depositados los ahorros de tantos años de cotizaciones. Formamos un conglomerado de voluntariosos, atomizado y disperso en decenas de Asociaciones, viendo como nos ignoran cada vez que intentamos plantear una reclamación o aclaración sobre algo. A veces, hemos hablado de presionar a los políticos, intentando dialogar con unos o con otros. Todo son largas, disculpas. O hablan de dialogo y luego ¡¡ni caso!!.
El colectivo de pensionistas no se mantiene “pasivo” ante esta situación. A través de las Asociaciones generadas espontaneamente por compañeros de una misma Empresa, por colectivos de Sector de producción, o incluso sin afinidad alguna, han llenado el vacio que dejan las agrupaciones sindicales con los trabajadores que cesan en su actividad. Y por evolución lógica, han creado representaciones piramidales en busca de mayor fuerza y coexión. Esto se ha traducido en colectivos de ámbito Regional y Nacional.
Aún así, valorando en su justa medida la tarea de agrupación llevada hasta ahora, se percibe una dispersión excesiva entre las Asociaciones. Prima mucho más la dedicación a objetivos sociales que el esfuerzo reivindicativo. Y la Administración lo sabe. Por eso lo alienta con subvenciones “dirigidas”, porque un colectivo de 8,5 millones de personas unido por un objetivo común a todos ellos, cual es la fiscalización del Sistema de Pensiones, del que depende su economía vital, puede resultarle fatal en sus espectativas políticas.
De todas formas, los tímidos pasos -por su recorrido, no por su valentía o buen criterio- dados hasta ahora, permiten albergar esperanzas sobre una “confluencia” de esfuerzos entre Asociaciones, con el nacimiento de Agrupaciones más amplias, convenios entre ellas, etc., dando forma a un mapa de Entidades de representación más reducido en portavoces, pero mucho más densa en asociados.
Otras opciones ilusionantes pasaban por presentarnos como Partido Político, pensando en capitalizar el posible apoyo de la gran masa de pensionistas que somos en España (8.500.000), pero la fragmentación territorial y su consiguiente circunscripción electoral -sea provincial o local- hace inviable el intento… de momento. O sea, en las actuales circunstancias.
Pero hay una posibilidad de hacernos ver y oir. En Junio de 2009 se celebran elecciones al Parlamento Europeo. Y como es por circunscripción única por Pais, cualquier esfuerzo realizado en toda España, suma en un total. Esto quiere decir que, suponiendo que consigamos un cierto apoyo en algunas zonas algo sensibles o con fuerte implantación de nuestros colectivos, y algún que otro sentimiento de simpatía en el resto, se aprovecharía todo. Cualquier voto sumaría.
Además, el escaño está relativamente barato. En el año 2004, el último se adjudicó por 263.000 votos… reunidos en toda España. No suena demasiado mal. Tampoco es para echar cohetes, pero resulta accesible para un optimista.
La pregunta inmediata es: ¿Y que hacemos los jubilados en el Parlamento Europeo?. Podríamos decir que “poca cosa”, pero tambien hay colectivos que obtuvieron representación y no son especialmente significativos. Pero, sin embargo, conseguiriamos un “estatus” de colectivo representativo de miles de electores. Dejariamos de ser los “parias” del mapa social y pasariamos a ser respetados porque, a pesar de hablar de lo mismo que hacemos ahora, tendriamos la etiqueta de haber sido elegidos “democráticamente”. Para Europa, pero en las urnas. El tiempo dira en que queda todo esto.
.elbotones FEBRERO/2009
